A diferencia de los perros, los gatos son astutos. Son condescendientes y astutos. No les gusta conformarse. Si le dices a un perro que se siente, se sentará. Si le dices a un gato que se siente ... bueno, buena suerte. Ellos son innatamente rebeldes. Diablos, ni siquiera tienen que estar despiertos para demostrar su peculiar inconformidad. Estos 25 gatos rebeldes que se niegan a ser normales fueron atrapados en las posiciones de búsqueda de atención más incómodas jamás asumidas por un felino dormido. Son malvados, claros y simples.